Con el tiempo, las líneas de un cursor pueden quedar total o parcialmente borradas, pero quedan los surcos en el vidrio. Una forma de que recuperen sus colores originales es cubriendo los surcos con acuarela poco diluída y dejarlo secar. Después se frota con un paño y así desaparece la acuarela de la superficie lisa quedando el interior del surco pintado.
Solo lo he probado con acuarela, no con pinturas solubles en aguarrás con las que habría que frotar mucho mas el vidrio, y en los cursores de plástico sería imposible quitarlo. Adjunto dos imágenes del proceso, uno con la pintura y otra con el resultado final.
Y si vuelve a desaparecer, tengo mas acuarela.
Acuarélicos saludos.